LA REALIDAD ES NUESTRA – Declaración de colectivos, adherentes a la Sexta y organismos de la sociedad civil en Oaxaca
Se cometió un crimen atroz en La Realidad, el poblado en que los zapatistas han estado construyendo una nueva sociedad a pesar de tener todo en contra.
Fue asesinado el maestro José Luis Solís, Galeano, uno de los más respetados dirigentes de la región, por miembros de la CIOAC-Histórica, la organización campesina que actuó claramente como grupo paramilitar.
Sentimos que este crimen ha sido cometido contra todos nosotros. Deseamos expresar nuestra indignación y nuestro dolor por lo que se ha hecho. Expresamos nuestra solidaridad con la familia del compañero Galeano y con todos los y las zapatistas, que son para nosotros una continua fuente de inspiración.
Al mismo tiempo, deseamos manifestar que lo ocurrido en Chiapas no es la excepción y se ha estado convirtiendo en la regla. Para organizar el sistemático despojo de nuestras tierras, a fin de entregarlas a grandes corporaciones nacionales y transnacionales; para acentuar la opresión y explotación a que se nos ha sometido por siglos; para someter la digna resistencia de los pueblos a las decisiones y políticas arbitrarias de los malos gobiernos, se reprime y acosa también a los pueblos de Oaxaca.
Hoy se reúnen en La Realidad muchos miles de personas de toda la República, que acompañan a los compañeros en su duelo. Entre ellos hay un sólido grupo de oaxaqueños. En más de un centenar de ciudades de México y del mundo se están realizando eventos de solidaridad y resistencia, que muestran la decisión de millones de ciudadanas y ciudadanos de resistir y participar en la creación de un mundo nuevo.
Hoy, en Oaxaca, colectivos, adherentes de la Sexta y diversas organismos de la sociedad civil nos hemos reunido para manifestar nuestra decisión y compromiso de organizarnos no sólo para resistir la violencia de arriba y de abajo que cunde entre nosotros, sino para asumir un compromiso de transformación. Al solidarizarnos con los zapatistas, estamos también afirmándonos en nuestros propios espacios y organizaciones para enfrentar sin miedo esa ola de violencia y convertir esta difícil circunstancia en la oportunidad de realizar cambios profundos.
Esta declaración es ante todo un llamado a las organizaciones, colonias y comunidades de Oaxaca, a todos los ciudadanos y ciudadanas que aún enarbolan su dignidad y su valor, para que juntos participemos en una movilización permanente que transformará nuestras realidades y nuestras esperanzas mediante la organización consciente y la capacidad de resistencia.
Como han dicho los pueblos que forman el Congreso Nacional Indígena, nunca más un México sin nosotros, nunca más ese México que los gobiernos y las corporaciones construyen a nuestras espaldas y mediante el despojo y la explotación.
No más violencia. No más violencia del Estado represor e irresponsable y no más violencia de criminales de todos los tamaños que han estado cayendo en una espiral de barbarie y degradación humana y siguen impunes.
Con la construcción de autonomía desde la base social, con la capacidad de enlazarnos en un empeño común a pesar de nuestras diferencias políticas e ideológicas, confiados en la conocida capacidad de lucha del pueblo oaxaqueño, llamamos hoy a todas y todos a congregarnos en este empeño común de transformación profunda.
Suscrito en la plaza principal de Oaxaca de Juárez el 24 de mayo de 2014
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